Renfe mantiene el 1 de febrero como fecha para reabrir la línea Zaragoza-Caspe-Barcelona
Noticia publicada en el Heraldo de Aragón el día 25/01/2005
Las vías ya han sido colocadas, aunque en un principio los trenes tendrán un límite de velocidad.
QUINTO.- Renfe sigue barajando la fecha del 1 de febrero -dentro de una semana- para la reapertura de la línea Zaragoza-Caspe-Barcelona. Los trabajos de recuperación del tramo cortado por el corrimiento y por el colapso del paso elevado están casi finalizados, y los operarios de Coalvi -la empresa que lleva a cabo las obras- ya han colocado sobre el terreno las vías. Sólo falta alinearlas, soldar las uniones entre raíl y raíl, echar el balasto y volver a colocar el cableado y la catenaria.
No obstante, el tránsito de trenes por Quinto estará condicionado por la reparación del paso de la A-221 sobre las vías. La colocación de la viga y de la plataforma podría obligar a cortar de nuevo la línea bien a intervalos de tiempo bien durante unos días.
La intención de la compañía ferroviaria es restablecer la circulación con una limitación de velocidad -probablemente, 30 kilómetros por hora-. Lo que preocupa a sus técnicos hasta ver la respuesta del terreno es la vibración, por lo que los convoyes no tendrán restricciones de tonelaje.
Las complicaciones
Ahora mismo, cualquier imprevisto en la línea Zaragoza-Lérida-Barcelona cortaría el único corredor ferroviario por el que pueden circular los trenes de mercancías que circulan entre Aragón y Cataluña. Por este motivo, Renfe ha forzado las máquinas para que el corte dure el menor tiempo posible. Los trabajadores de Coalvi han trabajado fines de semana y festivos para poder cumplir los plazos, y aunque parece que el 1 de febrero todo estará listo, hasta entonces podría ser necesario trabajar día y noche.
Tanto la línea de Caspe como la que pasa por Tardienta y Monzón son de vía única. Desde que se produjo el corrimiento de Quinto, el 90 por ciento de los convoyes de carga que transitaban diariamente por esa zona tienen que desviarse por el corredor leridano, con la sobrecarga de tráfico que ello conlleva. Además, el hundimiento afecta a seis trenes de pasajeros. Las personas que viajan en ambos sentidos tienen que hacer trasbordos en autobús entre la estación de La Puebla de Híjar y la de Quinto.
Los trabajos de cimentación de la ladera que correspondían a Renfe concluyeron hace dos semanas con la colocación del último de los 62 pilotes previstos. Desde entonces, Coalvi ha construido un muro de hormigón que los une por la parte superior -la que queda en la superficie- y ayudaría a sujetar el talud en caso de nuevos deslizamientos.
Precauciones contra el agua
Además, se ha colocado una capa de material geotextil destinada a impedir que el agua que pueda deslizarse por la ladera penetre en la base de las vías. El tejido impermeable, colocado un metro por debajo de las traviesas, conducirá esas filtraciones a la parte de abajo del talud, lo que evitará que puedan minar su estabilidad.
Una vez restablecida la circulación de trenes, Coalvi procederá a anclar a la ladera del monte todo el sistema de pilotaje mediante un sistema similar al de los pilotes que utiliza largas sirgas y cemento inyectado que, al expandirse, se aferra al terreno.
Por el tramo afectado ya han transitado máquinas de mantenimiento y de reparación, y está previsto que hoy se acerque hasta la zona un tren cargado de balasto.
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