9.3.11

El Bajo Martín dice adiós al Abuelo Eloy

Noticia publicada el día 09/03/2011 en el diario La Comarca

Eloy Salvador ha sido una de las personas más prolíficas en el Bajo Martín. Hijarano de nacimiento y poblano de corazón, es recordado por el colectivo cultural.

Un escalofrío sigue recorriendo el espinazo de los vecinos del Bajo Martín. La noticia se hizo pública este fin de semana, fue el sábado cuando se anunció que Eloy Salvador había muerto. Ha dejado a varias generaciones de huérfanos a la temprana edad de 57 años porque, a pesar de que luchó, el cáncer ha arrebatado a uno de los personajes más emblemáticos del seno de la cultura bajoaragonesa.

Es ‘El Abuelo’, todo el mundo lo conoce como tal. Una persona que también ha llevado, probablemente sin saberlo, el sello de Denominación de Origen (D.O.) en lo más profundo de su ser. No tiene ninguna calle y ninguna plaza a su nombre, pero todos los actos culturales y reivindicativos de la comarca del Bajo Martín han estado impregnados de su buen hacer. «En cualquier cosa que se organizaba si estaba Eloy detrás era buena señal. Podías estar tranquilo», aseguró Mario Gros, colega de profesión. Militaba en ‘Ácido Folclórico’ y ‘El Abuelo’ dejó sus acordes en ‘El Enchufado del Carcelero’, donde compartió filas con uno de sus hijos.

Es complicado encasillar en una faceta a Eloy. Deja un enorme legado musical, literario y reivindicativo. «Hace poco estuvimos colaborando juntos con el Colectivo Sollavientos junto a poetas. A él también lo acompañé porque tenía una faceta de canción de autor, pero en rock», recordaba otro colega, Juan Mestanza. «Nos ha dejado huérfanos, pero ha luchado con una entereza tremenda. A través de su blog ‘el abuelo del copón’ iba contando su estado», dice.

«Entero, digno y directo»
No se limitó a la música. Eloy participó de forma activa en todos los movimientos, incluido el blog Cierzo y Niebla. «Es un colectivo de opinión independiente. En el siglo XXI hay que dejar de mirar los colores de los semáforos. Es un foro que, de momento, nos funciona bastante bien», vaticinó él mismo a Radio La COMARCA en febrero de 2009, cuando se puso en marcha. «El blog va a seguir y con más razón en su memoria», anunció su compañero, Víctor Guíu. «No digo teníamos, sino tenemos una amistad tremenda», concluyó Mestanza.

Víctor Manuel Guíu Aguilar: Carta a Eloy Salvador, el abuelo

Como una nota larga al final de una de tus canciones. Te despediste de nosotros cargado de razones, ilusiones, sonrisas y silencios.
Deliciosamente ácrata; ordenadamente irónico; jodidamente bueno. Como tú eras, como tú quisiste ser. Te imagino ahora vagando por las puertas del cielo en tu Harley, melena al viento, con un grito de ansiada libertad.

Con un beso a todos te despedías de la blogosfera en tu blog hace ya muchos meses. Labordeta se despedía en tu nombre cantando la albada y nosotros, en tus palabras, aunque animándote, sabíamos que pisabas firme el paso hacia la eternidad, sin retóricas ni pijadas, siendo tu mismo, luchando siempre, con esas miradas tendidas al infinito y ese chiste que nos hiciera sabedores de que te queríamos, de que nos querías.

El domingo Andreíta y Mario te tiraban besos, imaginando que todo el que nos deja va camino de un cielo del que nunca vuelve, imaginando el lugar donde narices estés, tocando apasionadamente la guitarra. Mientras, cosas de la vida, el mundo sigue en un disparar inconsciente hacia un lugar en ninguna parte. Y mientras tú apurabas tus últimas horas la pasada semana, Susana y yo recibíamos la noticia de que una vida nueva llegaba, seguro que a ritmo de Rock and Roll. Las encontradas sensaciones de la vida y la muerte, unidas siempre por inestables hilos de esperanza, paz y descanso.

Tu forma de ser impregnaba reuniones, fiestas y debates. El inconformismo, la crítica, tiene que llevar aparejada la solidaridad y el trabajo por tu comunidad. Nunca dijiste que no a la colaboración altruista y a las actividades en las que entendías podías aportar, y era más que mucho. Ni siquiera decías que no al hipócrita, al idiota y al salva patrias cuando el bien común del pueblo estaba en entredicho. Porque, amigo de tus amigos, sabes que lo cortés no quita lo valiente.

Morías con tu familia, recordado, en compañía. Pero te aseguro que naces y nacerás acompañando a tus nietos, como tu voz, entrecortada, suave, pensando en nosotros.

Si te tuviera que describir con una palabra creo que elegiría la palabra "auténtico". Autenticidad en un mundo frívolo, desapegado e hipócrita. Que más se puede pedir a un hombre bueno.

Algunos desconocían que siempre habías sido un hombre de compromiso. Compromiso obrero en el tajo, en la CAF, en las movilizaciones pro derechos laborales. Detrás del personaje que supiste crear había mucho que rascar. No todo era Rock and Roll (que no es poco), pero si que vivías con ese espíritu, esa identidad con la que supiste arañarnos las palabras y los actos comprometidos, con la que supiste conectar con la juventud que tanto amabas.

Ese compromiso, en los últimos años de tu vida lo enfocaste también hacia la tierra que tanto querías. Cansado de ver año tras año un pueblo apático, y conformista, alzaste de nuevo tu suave e irónica voz . Porque la integridad de las personas como tú exigen compromiso social y político. Y eso, como ya sabes, en esta tierra se paga. Se paga porque los "de siempre", con sus voceros y mamporreros "de siempre", quieren el pueblo "de siempre" con los métodos "de siempre". Como me decías alguna vez: "así les va de cojón, por lo menos que se oigan algo de vez en cuando". Y desde donde ahora estés les estarás haciendo la burla porque sabes de sobra que nunca te irás del todo. Porque sabes que todos nosotros guardaremos mucho de ti, somos parte tuya. Y tuyo es el recuerdo imborrable de tu sonrisa y tu cariño por un mundo que, aunque injusto, supiste ver con alma de poeta hasta el mismo momento de tu viaje final.

Descansa abuelo, y "no te acojones nunca".


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