10.4.06

En el corazón de la Ruta

Noticia publicada el día 10/04/2006 en el Heraldo de Aragón

Los nueve pueblos que forman parte de la conocida Ruta del Tambor y del Bombo del Bajo Aragón comparten la pasión por los redobles de estos instrumentos de percusión. Todos ellos siguen manteniendo muy vivas sus costumbres, cada uno con sus particularidades.

TERUEL.- Los nueve pueblos que integran la Ruta del Tambor y del Bombo comparten la pasión por los redobles y la participación en la Semana Santa, una fecha que se vive con especial intensidad y emoción en esta tierra turolense. Este año, además, adquiere un significado especial tras su declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional, un reconocimiento que, hasta el momento, tan sólo ostentaba la localidad de Híjar.

El origen de esta ruta data de septiembre de 1970, cuando se unen Alcañiz, Híjar, Andorra y Calanda. Los demás pueblos -Albalate del Arzobispo, Alcorisa, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén- se fueron incorporando posteriormente. Nueve localidades de tres comarcas diferentes (Bajo Aragón, Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín) que suman 35.000 habitantes y que, durante estos días, llegan a triplicar su población. Las tradiciones de los distintos pueblos, lejos de desaparecer, se han ido afianzando gracias al relevo generacional y constituyen el principal atractivo de esta oferta turística y cultural. Las peculiaridades y costumbres típicas de cada uno de ellos enriquecen el conjunto y permiten al visitante vivir de forma plena y activa la Semana Santa bajoaragonesa.

La escasa distancia que existe entre estos municipios facilita las cosas aunque, en muchas ocasiones, resulta complicado cuadrar horarios. Para el presidente de la Ruta, Javier González, este recorrido "no se puede completar en un solo año" porque "todas las localidades celebran numerosos actos y es muy difícil acudir a todos". Una de las recomendaciones para quien se acerque estos días al Bajo Aragón es visitar el mayor número de pueblos y no centrarse únicamente en las celebraciones multitudinarias que acaparan toda la atención.

El responsable añadió que, "desde luego, lo que nos une es el tambor y el bombo y , además, nos diferencia de las Semana Santas del resto de España". Uno de los actos más característicos, destacó, es el de romper la hora, cuando cientos de tamborileros se unen para redoblar al unísono. "Cuando empezamos a tocar, tiembla el suelo en cualquiera de las plazas. La verdad es que es algo que resulta impresionante", manifestó.

En cuanto a las diferencias, González apuntó que "todos tenemos nuestras propias peculiaridades pero, en general, no hay grandes diferencias". Aparte del color de las túnicas, los toques típicos o los distintos actos que se suceden, lo cierto es que "una Semana Santa en el Bajo Aragón sin tambores y bombos no sería lo mismo". En general, prima la tradición familiar y, en todos los municipios, se organizan escuelas para enseñar a los niños a tocar el tambor. "Estamos intentando que siga adelante y es una tradición que cada vez va a más".