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La Vía Verde de Val de Zafán, un reclamo turístico aún por explotar

Noticia publicada el día 22/08/2013 en el diario La Comarca

La Vía Verde de Val de Zafán es uno de los parajes naturales más atractivos e interesantes con que cuenta el Bajo Aragón Histórico. Recorre el trazado de la vieja línea de ferrocarril entre La Puebla de Híjar, donde precisamente se encuentra la partida de Val de Zafán, y la estación de Arnes-Lledó. A partir de ese punto, la ruta conecta con la Vía Verde de la Terra Alta hasta la localidad de Tortosa. Es allí donde moría el tren de la Val de Zafán, que estuvo en funcionamiento entre 1895 y 1973. En total, 110 kilómetros de bosques y campos de secano que se transforman en viñedos, olivos y mantos de hierba verde conforme la vía se acerca al Mediterráneo. Todo salpicado de túneles y viaductos que hacen las delicias de los cicloturistas y de los senderistas que acuden en familia a disfrutar de la naturaleza.

Pero a pesar de sus muchos atractivos, el recorrido aún puede dar mucho más de sí con un proyecto adecuado y los más que reclamados acondicionamientos en sus peores tramos.

Así y todo, empresas como la transportista Hife ha apostado fuertemente por este tipo de turismo. En lo que va de verano, unos 400 aficionados a la BTT han usado sus autobuses para completar la Vía Verde entre Alcañiz y Tortosa. Este servicio especial ofrece la posibilidad de subir junto a las bicicletas en alguno de los autobuses. Una vez recorrido el tramo en cuestión, es posible regresar en bus al punto de partida. Según apuntó José María Chavarría, gerente de Hife, la ruta estrella es la que sale desde Barcelona y transporta a los clientes hasta Alcañiz. «Estos van desde allí hasta Tortosa en bicicleta y, finalmente, son recogidos en esa localidad para volver a la Ciudad Condal».

Otros viajeros deciden tomarse con más calma el recorrido, dosificando y disfrutando su kilometraje y deteniéndose a descansar en los hoteles emplazados en la vía. Uno de los más transitados es el Hotel La Parada del Compte, ubicado en Torre del Compte. Cada año es frecuentado por un buen número de deportistas, especialmente a comienzos y a finales del verano, cuando el calor permite disfrutar de esta actividad. «Este tipo de clientes nos supone una importante inyección económica. Son nuestra mayor fuente de ingresos», valoró Pedro Falgás, propietario del hotel. En Alcañiz tampoco es infrecuente ver a grupos ciclistas tomando fuerzas en los restaurantes de la ciudad antes de echarse al camino. Pequeños gastos, pero continuos, que generan un flujo de riqueza. No obstante, el propio Pedro Falgás señaló que son «muchos» los turistas que «lamentan» el mal estado de la vía en los tramos anteriores a Alcañiz. De hecho, el camino situado entre La Puebla y la Ciudad Calatrava solo es transitable a duras penas, puesto que en el firme abundan las piedras, la basura y la maleza, y no está acondicionado a pesar de formar parte del antiguo recorrido de Val de Zafán. Incluso a veces es imprescindible tomar un sendero alternativo en determinadas zonas.

Por eso, el inicio de la ruta propiamente dicho está en Alcañiz, a pesar de que el tramo hasta Valdealgorfa necesita muchas mejoras y además es compartido por ciclistas, senderistas y vehículos a motor. Esa situación cambia a partir de la estación valdealgorfana, donde la señalización y el estado del camino mejora considerablemente, y ya es exclusivo para el uso recreativo. Poner fin a esos problemas se antoja imprescindible para que esta vía, que ya atrae en su actual estado a turistas de otras comunidades autónomas, realice su despegue definitivo y suponga una mayor fuente de ingresos. En ese sentido, son muchos los negocios bajoaragoneses ubicados junto al camino que podrían beneficiarse de este tipo de turismo.

«Para las empresas que nos dedicamos a esto sería realmente interesante explotar la ruta», indicó Ricardo Rodríguez, propietario de la compañía turística Karalom. «Nuestra intención es que se rehabilite para que posteriormente pueda ser explotada como es debido. Es una pena no aprovechar los pocos recursos naturales con que cuenta el Bajo Aragón», Rodríguez añadió que existe «un buen número de empresarios» que coinciden en sus planteamientos. Uno de ellos es Domingo Morilla, propietario de la Casa Rural de Samper. Considera que sería «conveniente» organizar a las empresas cuyos ingresos podrían mejorar con un acondicionamiento de la ruta y mayor publicidad para ésta. Tal y como ocurre en las zonas matarrañense y tarraconense. «Son un ejemplo que habría que seguir», reflexionó Morilla.

No es casualidad que sea precisamente la zona del Matarraña la que mejor estado presente. Por eso, existen proyectos como el del albergue que se pretende crear en la antigua estación de Cretas. Los planes prevén su conversión en un centro BTT. Además de contar con un espacio para las bicicletas, se instalará una oficina de promoción turística donde los empresarios interesados puedan ofrecer sus productos y servicios. El montante total de esa primera fase asciende a 265.000 euros, que en un principio debían haber sido financiados por el Plan Piloto del Plan de Desarrollo Rural Sostenible.

Proyectos pendientes

No es el único proyecto para Val de Zafán. También con el Plan de Desarrollo Rural Sostenible pretendía arreglarse el recorrido que discurre entre La Puebla de Híjar y Samper de Calanda con una inversión de casi 200.000 euros. Pero la suspensión de los planes ha dejado paralizado ese proyecto. Tal y como indicó Javier Martín, Ingeniero de la Fundación de Ferrocarriles Españoles: «el plan está redactado, pero el gran desembolso que supone provoca que los ayuntamientos implicados no encuentren el modo de financiarlo». Este criterio es compartido por los alcaldes de La Puebla y Samper, quienes a pesar de afirmar que están «muy interesados» en que se desarrolle el proyecto, no dudan en reconocer las dificultades que este conlleva. Pedro Bello, alcalde poblano, explicó que: «los dos ayuntamientos estamos dispuestos a que se realicen las mejoras. Pero lo cierto es que se encuentra paralizado. Para conseguir que la vía fuese totalmente accesible, bien señalizada, luminosa y segura, el coste sería muy elevado, y tal y como está la economía es difícil destinar tanto dinero a cosas así». Es precisamente en La Puebla donde se ubica uno de los puntos más característicos de la ruta: el Puente de la Torica, difícilmente transitable y mal iluminado.

Uno de los métodos sopesados para subvencionar el coste del acondicionamiento de la vía en ese tramo del Bajo Martín proviene de la Asociación de Desarrollo Integral del Bajo Martín y Andorra-Sierra de Arcos (ADIBAMA). La solución podría llegar a través de su programa LEADER, orientado al desarrollo rural en la Unión Europea. «Estamos dispuestos a colaborar con la propuesta, ya que consideramos que la rehabilitación de la Vía Verde supondría un impulso al turismo de la zona», afirmó Vicente Querol, gerente de ADIBAMA.

Aunque no existe un proyecto de rehabilitación, otra de las mejoras más demandadas es el túnel de Equinoccio de Valdealgorfa, de 2,4 kilómetros de longitud. Permanece cerrado desde el año 2009 al haberse detectado algunas grietas en su estructura. Reyes Gimeno, alcaldesa de Valdealgorfa, ya se ha puesto en contacto con Adif en varias ocasiones para conseguir la rehabilitación. «Pero su respuesta siempre ha sido negativa. Nos gustaría que la vía transcurriera por su recorrido natural, pero al no ser posible, se ha habilitado una senda alternativa».