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Cerca de 200 personas participan en el Encuentro Comarcal de Bolillos

Noticia publicada el día 11/05/2011 en el diario La Comarca

La Puebla de Híjar acogió este evento por primera vez, que contó con bolilleras de una veintena de localidades aragonesas. Además, se repartieron 140 regalos.

Cerca de 200 personas participaron el sábado en el Encuentro Comarcal de Encajes de Bolillos que se celebró en La Puebla de Híjar. La quinta edición de este evento atrajo a bolilleras, y también a algunos bolilleros, de una veintena de localidades aragonesas, como por ejemplo Maella, Alloza, Mas de las Matas, Fuentes de Ebro o Zaragoza. Además de realizar esta tradicional labor, se organizaron algunas actividades paralelas, como una exposición de los trabajos realizados por las artistas locales y un sorteo de alrededor de 140 regalos.

«Estamos muy contentos con la participación. No sólo ha venido gente del Bajo Martín, sino también de otras Comarcas. En total, 190 bolilleros», explicó Celia Gareta, presidenta de la Asociación de Amas de Casa Santa Lucía de La Puebla y una de las organizadoras.

Los participantes ocuparon el nuevo salón multiusos y realizaron bolillos durante largo rato. Además, se organizó un sorteo de regalos, donados por diferentes establecimientos de la localidad anfitriona. «En total, se repartieron unos 140 regalos y colaboraron diferentes bares y comercios y el Ayuntamiento», contó Gareta.

Los bolilleros se mostraron encantados con el encuentro. «Te reúnes con las demás, aprendes cosas nuevas y te lo pasas muy bien», opinó Consuelo Vizcaíno, llegada desde Utrillas. Además, para esta bolillera el evento tenía una importancia especial: «Estas labores son muy bonitas y de mucho valor, sería una pena que se perdieran del todo».

Para otras artesanas, como Pascuala Lasmarías, de Albalate, el encuentro es toda una «fiesta». «Es una reunión de pueblos que se convierte en una fiesta para nosotras. Nos dan de merendar y muchísimos regalos, lo pasamos en grande», aseguró.

El encaje de bolillos es una técnica que se remonta al siglo XVI y que en la actualidad se está recuperando. Las artesanas que lo practican aseguran que pueden realizar «patucos, pañuelos, enaguas e incluso juegos de cama».